Here de Richard McGuire

“La portada es la puerta de acceso a un libro, lo que da la bienvenida. En este caso es una ventana. Abierta, eso sí. Otra cosa normal es que figure el nombre de un autor invitándonos a entrar en la casa. El título dice “aquí”, y no sé si eso supone una invitación o una orden imperiosa (“entra aquí”, aunque hay que entrar por una ventana). Si es esto último sería una orden un poco extraña. Pensándolo mejor, se me ocurrió que el autor quería que entráramos como invitados clandestinos por esa ventana. Yo, que he hecho muchas portadas y he visto muchas más, mataría por hacer una portada así. Mataría sobre todo por esta diagonal (la que parte la imagen en dos triángulos rectángulos). Imagináosla sin ese halo de luz que la humaniza mientras le otorga profundidad y espacio: no sería tan especial. Por último, si la observáis de lejos (la portada), no deja de ser una página dividida en dos viñetas, lo cual sugiere que nos encontramos ante un cómic en vez de ante una novela”. Son palabras del ilustrador e historietista barcelonés Max, cicerone de Richard McGuire durante su visita a Madrid la pasada semana. El motivo fue el lanzamiento en España por Salamandra de la novela gráfica que coronó a este portadista habitual del New Yorker como uno de los genios más clarividentes de la profesión.